3.1 Debate
Después de la lectura de los
artículos "Una escuela para Juan" (Arbea y Tamarit, 1999) y "Modelos educativos para una vida de calidad" (Tamarit, 2005) además de varias lecturas complementarias relacionadas, mis conclusiones son las siguientes:
Los artículos tratan la necesidad
de una respuesta educativa adecuada a los alumn@s con discapacidad, hablan de potenciación de la comunicación, habilidades
sociales, autodirección, autodeterminación, apoyos educativos, emociones,
calidad de vida, normalización..
La respuesta educativa y ciertas
actitudes han ido evolucionando en este sentido, hacia una mejora de la calidad
de vida de las personas con discapacidad, hacia la inclusión, aunque aún queda
un largo camino por recorrer. Es necesario prestar atención a las necesidades,
capacidades de cada uno y a la persona en sí, dejar de centrarse en sus
limitaciones para poder proporcionarle una respuesta educativa adecuada a cada
uno. Hablemos en términos positivos de
personas con capacidades diferentes y no
con discapacidad.
El papel de los profesionales
junto con la familia es fundamental, no son ellos los que deben “normalizarse”
y adaptarse a una “escuela normal” somos los demás los que debemos adaptarnos a
ellos.
Como recoge el artículo “Una escuela para Juan”
que necesitamos una revolución de actitudes, un compromiso y necesidad de
acción conjunta para poder avanzar en este sentido.
A veces la falta de formación del
profesorado, la falta de coordinación entre profesionales y/o familia, junto
con las ratios actuales pueden ser grandes enemigos para conseguir este
objetivo. Pero es necesario seguir apostando por ello y cambiar nuestra visión “Las actitudes que tengamos hacia
las personas con discapacidad son su mayor limitación, y la nuestra también”
¿Y si no fuera necesario hablar
de inclusión? Si aprendiéramos a aceptar la diversidad de cada uno de los
alumn@s no sería necesario hablar de inclusión.. Comparto un enlace que me ha
parecido interesante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario